La Policía concluyó que las muertes ambos se debió a un fatal accidente. Los familiares nunca han creído esta versión y piden que se mantenga abierta la investigación. No dan crédito a que el caso continúe bajo secreto de sumario tantos meses después.
Ángel y Amparo, los padres de Ángel cuentan a Telemadrid que su abogado, Marcos García Montes, está muy enfadado porque no le han notificado la prórroga. Ellos no se creen la tesis oficial de que la muerte se produjo por asfixia cuando los chicos se introdujeron, de forma voluntaria, en el contenedor. "Mi niño no se mete en un cubo de la basura ni que esté loco, eso es mentira".
Piensan que fue asesinado y no se creen que fue una muerte accidental. A la agonía de haber perdido a su hijo se une pensar que aún no se le ha hecho justicia: "Me siento muy mal", dice Ángel, el padre, "el que lo ha hecho que lo pague, no pedimos más".