Los vecinos de Tetuán temen que se instale definitivamente otra 'cocina fantasma' en el barrio
Los residentes de la calle Santa Valentina descubrieron este verano que una nueva cocina fantasma se estaba instalando en el barrio de Valdeacederas
Los residentes de la calle Santa Valentina descubrieron este verano que una nueva cocina fantasma se estaba instalando en el barrio de Valdeacederas, pese a que existe una moratoria que impide construir este tipo de establecimientos hasta que entre en vigor la nueva normativa urbanística.
En agosto pudieron confirmar, gracias a los trabajadores del local, que efectivamente eran cocinas industriales lo que estaban construyendo. La empresa que está detrás de la obra se llama Grupo Kloos y en su web comunican que varios de sus clientes son grupos fuertes de restauración, como Goiko Grill, Grupo Lalala…”.
Aseguran además que “la empresa que figura detrás de la propia actividad de las cocinas industriales es Nom Corp, SL, con domicilio en la calle Santa Valentina, 3, que explota negocios de hostelería”. En su web, se puede leer que “nuestro primer centro de operaciones está estratégicamente situado en Tetuán”.
La FRAVM presentó una denuncia ante la Agencia de Actividades del Ayuntamiento en la que constatan las “irregularidades” de las cocinas fantasma de Morando 6 y Santa Valentina 3, y solicitaban su inspección.A apenas 400 metros de distancia, en la calle Morando, se encuentran los locales industriales de Dani García, que el Consistorio ordenó cerrar para que se subsanasen varios incumplimientos técnicos, pero que el chef volvió a reabrir a las dos semanas.
Tras las numerosas quejas de los vecinos, la Policía Municipal elaboró un informe de denuncia y, una vez que los técnicos han visitado el local, se han detenido los trabajos. Los técnicos descubrieron que la compañía Nom GastroHub estaba ejecutando labores de acondicionamiento consistentes en la redistribución del espacio interior de la nave con la construcción de nuevos tabiques e implantando nuevas instalaciones. Sin embargo, la empresa sólo tenía licencia para sustituir la cubierta del local y demoler los tabiques y falsos techos.
Pese a la paralización de las obras los vecinos continúan escépticos. Consideran que se trata de un simple parón hasta que vuelvan a pedir licencias que sí se correspondan con las obras que están realmente haciendo. Están dispuestos a seguir peleando para que las cocinas industriales se vayan.
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