"Me han robado ya 15.000 kilos de aceitunas este año y no puedo hacer nada ¿Qué clase de país estamos haciendo?"

El precio del aceite ha desatada una oleada de robos de aceitunas en Madrid. Los agricultores se sienten desprotegidos porque, a pesar de que han alertado a las autoridades, en muchos casos únicamente se requisan las aceitunas expoliadas a los ladrones, pero no se les detiene

"Si esto es vida que venga dios y lo vea, después de estar todo el día trabajando". Telemadrid ha estado este viernes con varios agricultores afectados de Valdaracete y Brea de Tajo. Félix, es uno de ellos y cuenta cómo se ve obligado a patrullar con su tractor sus olivares tras su dura jornada de trabajo para evitar que le roben las aceitunas.

"Estoy todo el 'puto' año trabajando desde día, de noche, desde las 6 de la mañana hasta las diez de la noche para que luego me roben mi trabajo"

"Estoy todo el 'puto' año trabajando desde día, de noche, desde las 6 de la mañana hasta las diez de la noche para que luego me roben mi trabajo". A Félix ya le ha convencido su mujer para que no vaya más veces por la noche a patrullar: "¿Qué vas a hacer si te encuentras a alguien robando?"

"Estoy harto", Félix no puede disimular el enfado que le produce la situación, sobre todo el hecho de que los robos queden impunes aunque se 'pille' a los ladrones: "A ellos si le pilla la Guardia Civil en Brea del Tajo se van a Valdaracete"

"Esto ya no hay quien lo soporte ¿Qué clase de país estamos haciendo? ¿Un país de golfos, delincuentes y vagos?, estoy harto de que me roben, que me ha robado y 15.000 kilos de aceitunas este año". Con la venta de esos 15.000 kilos de aceitunas que le han robado, Félix tenía previsto comprar fertilizantes, pero ahora ya no podrá hacerlo.

"Esto ya no hay quien lo soporte ¿Qué clase de país estamos haciendo? ¿Un país de golfos, delincuentes y vagos?"

"He puesto denuncias, he hablado con el director de ASAJA que me consta que ha hablado con el director de Agricultura, pero nos siguen robando ¿Qué tengo que hacer yo?".

"Llegamos y nos encontramos los olivos destrozados sin aceitunas". Félix cuenta que tiene problemas para dormir, que se tiene que tomar pastillas "Me despierto a las dos de la madrugada y me pregunto si me estarán robando". Está desesperado porque no ve solución, denuncia que no hay leyes que le protejan y defiendan, y echa la culpa "a los que hacen las leyes". No le parece justo que la ley no esté de parte de una persona que trabaja todo el día y que los robos queden impunes .

Félix cuenta que entre él y su hermano tienen 15 personas trabajando "dados de alta, con su nómina, con todas sus cosas, legales".