Marruecos cambia de postura y cierra sus frontera con Ceuta. En las últimas horas, el ejército y la policía marroquí se ha empleado a fondo para impedir el paso de inmigrantes.
Se han producido numerosas cargas contra los jovenes que esperan su oportunidad para atravesar la frontera. Sin embargo, está madrugada hemos visto como algunos menores evitaban los controles y saltaban la valla.
Unos trescientos migrantes marroquíes protagonizaron esta noche disturbios y se encararon con la policía al intentar franquear el despliegue policial en Castillejos, a casi un kilómetro de la carretera principal hacia la ciudad norteafricana española de Ceuta.
El avance de los agentes antidisturbios para empujar a los migrantes agrupados en la carretera costera, la mayoría de ellos menores, desembocó en una reyerta entre ambos grupos cuando los emigrantes se pusieron a lanzar piedras contra las fuerzas marroquíes y quemar neumáticos, lo que levantó una espesa humareda visible desde muy lejos.
También quemaron la motocicleta de un agente del Estado (conocido como moqadem), además de apedrear una y otra vez los furgones policiales apostados junto a la frontera.
Enseguida, los migrantes empezaron a correr por todas partes, al mismo tiempo que trataban de trepar por la colina de Belyunesh que se asoma sobre Ceuta para intentar acercarse a la frontera, pero nadie de entre ellos logró acercarse a la carretera principal que da hacia Tarajal, único punto regular de acceso y donde hay un importante despliegue de seguridad.
En Ceuta, con todos los centros para alojar inmigrantes desbordados, la única opción es la calle.
No quieren volver y sueñan con alcanzar España o algún otro pais de Europa. Lo hacen en improvisadas camas de cartón y plástico en los parques y en las calles.
Las naves del Tarajal, donde se atiende a los menores nada más llegar, están al completo y ya se ha comenzado a trasladar a los jóvenes a otros lugares de la Ciudad Autónoma.
Se espera llegar a un acuerdo con las comunidades para que acojan al menos a 200 menores.
Los efectivos de la Guardia Civil, la Policía Nacional y las unidades militares de Regulares y La Legión desplegados en el entorno del espigón del Tarajal han completado este miércoles reduciendo casi a cero las entradas irregulares de ciudadanos marroquíes en Ceuta, un paso clave, según fuentes policiales consultadas, para empezar a poner el foco en la localización de los migrantes menores y adultos que siguen deambulando por la ciudad.
El dispositivo que con medios terrestres, marítimos y aéreos han desarrollado en la playa anexa a la frontera ha logrado que las entradas con éxito en territorio español hayan sido "muy esporádicas" -no existen estimaciones oficiales- a lo largo de esta jornada, cuando las fuerzas de seguridad marroquíes también se han empleado con medios antidisturbios para repeler a los cientos de compatriotas que aún se encuentran en las cercanías de esa parte del litoral limítrofe con España y los tramos más cercanos del vallado fronterizo.
Las autoridades locales, que mantendrán 'sine die' ese operativo, prevén empezar a incidir desde este jueves en la localización de los adultos diseminados sobre todo por las barriadas de la periferia de la ciudad para proceder a su posterior expulsión a Marruecos.
A los menores que se encuentran en la misma situación de calle se les dará cabida en algún equipamiento mientras se procede a su filiación y a la realización de pruebas de determinación de edad en los casos en los que se considere necesario.