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Nueva noche de concentración de vecinos en los alrededores del Parque Paraíso y la calle Amposta. Recorren las calles en patrullas vecinales para protestar contra la venta de drogas: están hartos de inseguridad, y de que los toxicómanos se droguen a las puertas de sus casas. Dicen los vecinos que el panorama del barrio recuerda a los peores años de la heroína en los 80.

Los vecinos continúan manifestándose para protestar por la inseguridad que vive su barrio a consecuencia de la venta de drogas. Raquel, una de las participantes en estas marchas, dice que, tras 24 noches manifestándose, van a seguir hasta que les den una solución.

"No vamos a parar. Estamos tan hartos que nos da igual todo. Que pongan solución a esto, porque esos chicos están enfermos y necesitan ayuda, pero también hay un grave problema de inseguridad, con robos constantes", explica en el programa Buenos Días Madrid.

Vecinos de San Blas, hartos de la inseguridad en el barrio: "ya no aguantamos más"

Osvaldo, otro vecino, señala que ya no lleva a su hijo a jugar al parque Paraíso. "Desde hace 5 ó 6 meses, porque está plagado de drogadictos a plena luz del día".

Los vecinos del barrio de Simancas están hartos del trapicheo, la inseguridad y la suciedad que generan estas personas. "No solo es el miedo, es también la higiene. Aquí hay ratas porque los drogadictos viven en la calle y dejan restos de comida por todos lados", señala Raquel.

La próxima semana el delegado del Gobierno en Madrid recibirá a los vecinos, pero no tienen muchas esperanzas. "No espero gran cosa, promesas falsas y engaños, no creo que hagan nada", lamenta Raquel.

Patrullas vecinales recorren las calles para denunciar la inseguridad en el distrito de San Blas-Canillejas

La droga en San Blas es una vieja conocida. En los años 80 se llevó por delante a una generación; las imágenes se repetían en los 90: los módulos eran entonces los protagonistas. Los vecinos salían a la calle.El parque del Paraíso fue referencia para camellos y toxicómanos. Ahora la historia se repite y los vecinos dicen basta.