Siguen los problemas de la alcantarilla ‘electrificada’ de la calle Ferraz esquina con Quintana ya que no encuentran el motivo de esta anomalía. Además de los peatones que siguen sorteándola, ahora también afecta a un bar que no puede poner en condiciones su terraza.
Esa alcantarilla, según denuncian los vecinos, sigue dando calambres, aunque los técnicos de Iberdrola que la han examinado dicen que la medición da negativo y que no hay ningún problema.
Medición con un voltímetro
En efecto, Buenos Días Madrid ha realizado también su propia medición y ha comprobado con un voltímetro, prestado por la cercana ferretería Vázquez, si hay o no electricidad. El aparato ha recogido 5 voltios y con esta cifra parece ser que no hay problema, pero los vecinos aseguran que “todo cambia cuando la alcantarilla se moja con la lluvia”, como ocurrió con la tormenta Filomena.
Por ello, aseguran los vecinos que temen por sus mascotas, ya que más de una ha sufrido calambres al cruzar por la alcantarilla. “Yo cuando me di cuenta de lo que pasaba estuve dos horas aquí parado para advertir a los vecinos y que no pasasen”, dice uno de ellos. Ahora, los conserjes de los edificios cercanos han puesto un cartel avisando del peligro.
“El problema es cuando esto se moje –señalan- porque además afecta a las rejas y a las barandillas de la calle y se nota que hay electricidad”. El caso es que no saben el estado de los cables que van por dentro y ya han detectado hasta cuatro alcantarillas que dan calambrazos.