Lo que empezó como un par de tiendas de campaña ha terminado en asentamiento chabolista que, además, no para de crecer en el barrio de Begoña, junto a la estación de Chamartín. Suciedad, inseguridad y una convivencia que se viene deteriorando desde el verano, denuncian los vecinos.
Las reuniones con la Junta Municipal de momento no han dado resultados. Lo cierto es que además no está muy claro a quien pertenece los terrenos donde se asienta el nuevo poblado chabolista, algo fundamental para darle una solución. Si la parcela fuese de titularidad pública, se iniciaría el protocolo de desmantelamiento.
En los últimos meses, además, se han movido de lugar. Inicialmente se encontraban asentados en un terreno próximo a la estación, perteneciente a Adif, que ha sido vallado, trasladándose a pocos metros las chabolas, a las espaldas de a la estación de Chamartín y las cuatro Torres, en un descampado, cuyos terrenos son de titularidad privada. Los vecinos sospechan que éstos pertenecerían a los propietarios de las casas bajas existentes con anterioridad, por lo que tendrían que ser ellos los que tendrían que solicitar, en este caso, el desalojo.
Tampoco se descarta que estos terrenos estén ya comprometidos en el desarrollo de la futura operación Madrid Nuevo Norte.
Los chabolistas, una veintena de personas de origen rumano, son bastantes jóvenes y se dedican a la recogida y venta de chatarrra.
Los vecinos de las viviendas cercanas se quejan sobre todo de la insalubridad y malos olores que generan y reclaman la búsqueda de una solución "porque tampoco son condiciones para que esta gente esté así y desde las administraciones algo se tiene que hacer".