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Los vecinos de Ciempozuelos salieron ayer a las calles del municipio para denunciar la agresión que sufrió uno de sus vecinos, Manolo Torrejón, al defender a su hermana tras requerir a un grupo de jóvenes que se pusieran la mascarilla. Este martes, Buenos Días Madrid ha hablado con Pedro, hermano de la víctima de la salvaje agresión, a quien clavaron en el cuello y en la cara, repetidas veces, una copa de cristal. Pedro, que se encontraba en el momento de la agresión con su hermano, dice que en el pueblo hay mucho miedo y se pregunta: ¿ponerse una mascarilla vale la vida de una persona?.

El suceso que está siendo investigado por la Guardia Civil ocurrió el pasado viernes a las 8,15 de la mañana. Su mujer, hermana y unas amigas se encontraban charlando en la calle, cuando ven a un grupo de jóvenes acercarse con unas copas en las manos y sin la mascarilla puesta.

La hermana -relata Pedro- les pidió que se pudieran las mascarillas "por ustedes y por nosotros". Una de las personas del grupo se gira y le dice que es asmática. "Usted puede ser asmática pero ¿y el resto?".

Eso dio inicio a una discusión a gritos en que los sujetos acusaron a la hermana de racista. "Empezamos a una escuchar voces y mi hermano y yo que estábamos atendiendo al público en la carnicería, como un día normal, salimos a quitar hierro, a ver que pasaba", narra Pedro.

"Se tira hacia mi y me revienta una copa de balón en la cabeza. Con el resto que le quedaba en la mano le asesta tres puñaladas en el cuello a mi hermano"

Fue entonces cuando todo se desencadenó. Al acercarse, él y el hermano, uno de ellos "sin poder relacionarnos con mi hermana y y sin mediar palabra, se tira hacia mi y me revienta una copa de balón en la cabeza. Con el resto que le quedaba en la mano le asesta tres puñaladas en el cuello a mi hermano, que cuando se gira se la clava en la cara", dice.

"Cuando nos queremos dar cuenta estos señores. por decir señores, salen huyendo a la carrera (...) Mi hermano quedó con toda la cabeza reventada; le salía sangre a borbotones", continúa Pedro.

"Le salía sangre a borbotones (...) creía que mi hermano se quedaba en mis brazos"

Impactado por la escena corrieron hacía el ambulatorio. Fue, comenta, "un trago muy fuerte porque creía que mi hermano se quedaba en mis brazos. Pudieron seccionarle la carótida y perder el ojo".

El hermano ahora se encuentra convaleciente en casa, con toda la cara inflamada y con mucho miedo. " ¿Ponerse una mascarilla vale la vida de una persona?", dice. Y se lamenta "del poco valor que tiene una vida. Lo mismo que nos pudo pasar a nosotros le pudo pasar a cualquiera".

Pedro agradece al pueblo la manifestación de apoyo recibido y reafirma el miedo - denunciado por los vecinos- que hay ahora en Ciempozuelos. "Claro que existe miedo".