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David Rey ha pasado en el último año un auténtico calvario como consecuencia de la Covid, una enfermedad que, dice, le ha “destrozado la vida”.

Primero se contagió de Covid y luego vio morir a su madre también por esa enfermedad que le ha dejado secuelas. Además, su empresa luego decidió despedirle estando de baja.

“A mi madre me la mataron. Fue por Covid, pero le denegaron tres veces la UCI. En 48 horas se nos fue. Yo estaba ingresado en el 12 de Octubre. Le dijeron a mi padre que estaba leve y que se la llevaban en ambulancia por precaución y desde ese momento casi no tuvimos noticias de ella. Solo una llamada de mi madre que le dijo el día antes de morir que cuidara de mí”, relata David.

Este guardia de seguridad, ahora en el paro, está agradecido con el médico de la planta en la que le trataron y el resto de sanitarios del Hospital 12 de Octubre. “Se portaron muy bien conmigo, aún con los fallos que tuvieron con la medicación que nos dieron en ese momento. El médico procuró que yo bajara a verla, pero llegué cuando ya estaba fallecida, y a su entierro no pude ir. Justo me dieron ese día el alta, pero estaba en cuarentena”.

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Como consecuencia de la enfermedad y de la medicación que se le suministraron, sigue con secuelas. “Tengo diarrea, aunque lo que más es el cansancio físico. No soy el mismo, antes subía al cuarto piso, donde vivo, andando y ahora no puedo casi ni al segundo piso”, explica.

Por si fuera poco además ha perdido su trabajo. “La empresa en la que trabajaba no ha tenido nada de humanidad, y el 31 de enero me despidieron cuando estaba de baja”.

David manda un mensaje a todos los que no son conscientes de la consecuencias de la Covid. “Qué la gente se de cuenta de lo que es esta enfermedad. Hay mucha gente que hasta que no lo vive no se da cuenta”.