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Todo comenzó en 2006, cuando Paloma García se encontraba en Becerril de la Sierra y vio cómo una anciana estaba siendo atacada por dos pitbull. Intentó socorrerla metiéndose en medio del ataque, por lo que ella también resultó herida.

"Me salvó la vida que llevaba un plumas muy gordo. Si es un día que hace calor, me hubieran matado, porque con el plumas y todo tengo heridas y tengo todavía dolencias", ha contado Paloma.

Resultó que, previamente al ataque, un hombre estaba jugando con los perros en su casa, cuando por accidente se escaparon. Tras la agresión, Paloma denunció a ese hombre, pero no era el dueño de los pitbull. Su sorpresa llegó al comprobar que, finalmente, además de que le habían indemnizado con una cantidad mucho menor a la que en su día había valorado el forense, le obligaban a pagar 7.000 euros. ¿La razón? Denunció al hombre equivocado.

La explicación de la sentencia

Esta resolución se basa en que, como dice el Código Civil, los culpables de estos ataques son los propietarios de los perros, pero como el hombre al que denunció no es el dueño de los animales, tiene que pagar los costes.

"Lo que la justicia está diciendo con todo esto es que ya no nos ayudemos entre nosotros"

"Lo raro es que te ataque un perro por intentar socorrer a una persona mayor que está siendo atacada por ellos y encima tú pierdas", ha comentado indignada la víctima.

Por otro lado, su abogada le ha recomendado no recurrir la sentencia, ya que si lo hace, los costes que tendría que pagar serían aún mayores. "Lo que la justicia está diciendo con todo esto es que ya no nos ayudemos entre nosotros" ha declarado Paloma.