Plaga de nidos de orugas en el Pinar San José de Carabanchel
REDACCIÓN
La procesionaria se está apoderando ya del Pinar San José de Carabanchel con el buen tiempo. Es un pinar centenario, reconocido como bosque forestal, pero con escasa protección.
Los vecinos se quejan del estado por falta de cuidados y atención. No se reforesta, no se cuidan los pinos centenarios, no se quita la hierba hasta que los vecinos protestan, se hace botellón y no se limpia bien.
Es un parque muy concurrido de familias: allí celebran los cumpleaños los niños y mucha gente va a correr por la zona.
Aconsejan evitar el tránsito por las zonas con pinos o cedros si se observan hileras de orugas, ya que "cada oruga cuenta con miles de pelos que se desprenden con facilidad y pueden ser muy urticantes, además de que el contacto con la piel "puede provocar reacciones cutáneas y problemas oculares"
“Aquí se celebran muchos cumpleaños y es muy difícil controlar a los niños que pueden tocar las orugas, las pisan y entran en riesgo de alergias o urticarias”, asegura uno de los vecinos.
Por eso piden que se tomen medidas contra la plaga antes de que pase la eclosión de la oruga.
Recomendaciones para las mascotas
Las larvas convertidas en orugas pueden poner en peligro para las mascotas, lo que puede ser mortal para los perros al mínimo contacto con los pelillos de estos insectos.
Entre estos consejos está evitar los pinos donde puede haber procesionarias, mantener a los perros alejados de zonas de riesgo. En caso de que no se puedan evitar esas regiones, llevar al perro con correa. Para evitar el contacto con las orugas o los nidos que se encuentran en el suelo, procurar que el animal no olfatee la maleza.