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Los ganaderos de la zona de Colmenar Viejo, concretamente en el Cerro de San Pedro, están preocupados y denuncian que están aumentando los ataques de lobos a sus vacas.

Las asociaciones de ganaderos de la zona han pedido una reunión de urgencia porque consideran que el problema es muy grave.

Caen un 30% los ataques de lobo al ganado en tres años en la región de Madrid

Además de estar preocupados porque pierden su ganado, también es una pérdida económica. Carlos, ganadero de la zona, tiene 31 vacas y 9 terneros. Explica que está perdiendo un montón de terneros por culpa de estos animales.

Declara que se encuentra “en un sin vivir porque esto no pasaba en Colmenar desde hacía mucho tiempo”. Y explica, que la concejalía tendría que declarar inmediatamente estos ataques que se están produciendo o tendrán que cerrar y dejar de servir carne a los ciudadanos.

En la última semana, Carlos ha sufrido dos ataques a su ganado y confiesa, “me he tirado 12 horas buscando a mi vaca perdida”. Por consecuente, nos cuenta que el fin de semana pasado, nació un ternero y al día siguiente en la cuenta de repaso del ganado vio que faltaba un ternero el cual, se lo encontraría fallecido por un ataque de lobo.

Los ganaderos madrileños sufren con los ataques de lobos al ganado en el Cerro San Pedro

Lo primero que se debe hacer es llamar a los agentes forestales para advertir y denunciar el suceso. A pesar de ello, los agentes creen que han podido ser zorros o perros asilvestrados.

Alfredo, presidente de Ugama, ha manifestado su preocupación ante estos ataques reiterados y se pregunta si estos animales no tienen derechos.

Además, Alfredo confiesa su malestar en nombre de todos los ganaderos al recibir la constante negativa por parte de la administración de la Comunidad de Madrid diciendo que no hay lobos en la zona y, “creemos que es una burla hacía la ganadería”.

Desde la Comunidad de Madrid señalan que los ataques han descendido en los últimos tres años y que tras analizar las muertes, descartan el lobo como el culpable. Los ganaderos afirman que si no hay solución, se ponen en riesgo las existencias de carne.