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Los vecinos de Centro se quejan de las estufas que han colocado los bares y restaurantes ante la llegada del invierno y de la ampliación de las terrazas debido a las limitaciones de aforo por el coronavirus, porque los peatones se han quedado prácticamente sin espacio para circular por la acera y porque las estufas son muy contaminantes y añaden polución al aire.

Es lo que ocurre en la Plaza de los Cubos donde las terrazas se han expandido también por la calle Princesa. Dicen los vecinos que esto complica mucho la vida a los peatones y que pasar se convierte en una carrera de obstáculos

Carmelo Tejada, de SOS Malasaña, afirma que las estufas que permite el Ayuntamiento para que los bares y restaurantes no cierren están invadiendo las aceras y parte de los aparcamientos de la calzada que muchos madrileños pagan cada mes.

Contaminación por las estufas

“Además de que las terrazas impiden el paso normal de peatones –dice- la contaminación que emiten las estufas es muy considerable, son las brillantes ideas que están aplicando y dando permisos para que eso se lleve a cabo cuando en otros países estas estufas de gas están prohibiéndolas y aquí se están promocionando”.

Señala que la hostelería tiene derecho a vivir y subsistir, pero no sé por qué la hostelería es la que más beneficios está sacando de esto, porque todos los permisos que pide se los están concediendo, terrazas a la calle, estufas, impuestos y todo esto va en detrimento de los vecinos porque nos impiden el desarrollo de nuestra vida normal y nos están contaminando en exceso. Pienso que hay otras soluciones, por ejemplo, en vez de estufas de gas ¿por qué no eléctricas?”

Dice, además, que la contaminación que va a provocar es enorme. De media una estufa encendida 9 horas contamina lo que un turismo mientras recorre 100 kilómetros de distancia.