La primera quincena del mes que viene volverá a abrir el mítico restaurante Zalacaín de la mano del cocinero vasco Íñigo Urrechu y su grupo. El restaurante, que tuvo que cerrar sus puertas por la pandemia, fue adquirido por el grupo Urrechu que, aunque presentó su oferta fuera de tiempo, como era mejor que la existente la juez les adjudicó el restaurante.
Íñigo Urrechu manifiesta a Buenos Días Madrid que él y su equipo están muy ilusionados y que “Madrid me ha dado tanto que ahora quiero devolver a Madrid todo lo que me ha dado a mi”. Urrechu quería que no se perdiera uno de los restaurantes históricos de Madrid.
Que Madrid se sienta orgulloso de Zalacaín
El chef y empresario Urretxu recuerda en Buenos Días Madrid que empezó en la cocina de la mano de Martín Berasategui y que admiraba desde San Sebastián al restaurante Zalacaín que tenía tres estrellas Michelín “y esa historia tan importante para la gastronomía española y madrileña es lo que queremos recuperar, es decir que Madrid se sienta de nuevo orgulloso de Zalacaín”
Recupera su solera y esencia
El centenario y emblemático restaurante madrileño ha acometido un cambio de imagen para recuperar su solera y su esencia, pero conserva los platos emblemáticos con un punto de actualización en la técnica o el emplatado, aunque eliminando los más anticuados. Algunos platos se quedarán, otros se actualizarán en presentación o aligerando la receta y en otros pondrá Urrechu su esencia profesional.
Abre con todo el equipo
Asegura que mantendrán el culto a la materia prima y al trato exquisito al cliente con un servicio de ultralujo. Reabrirá con casi todo el equipo que estaba, Jorge Losa, al que conoce desde hace tiempo, será más que su mano derecha en la cocina. Iñigo Urretxu se reunió con los trabajadores antes de saber si ganaría o no para tranquilizarles, porque cree que Zalacaín es lo que es gracias a ellos ya que son lo más importante, les explicó su proyecto gastronómico y se quedan casi todos.
Como grupo empresarial querían salir de la crisis intentando ser un poco más fuertes y por eso su primera intención era adquirir In Zalacaín para organizar eventos que era lo que les faltaba. Pero enseguida recordó que cuando él se inició en la cocina Zalacaín conseguía la tercera estrella Michelín y entonces le vinieron muchas imágenes a la cabeza e intentó que no desapareciera este mítico local.
Íñigo va a cumplir el próximo mes de julio 51 años y 31 en la cocina. Cuenta que Mario Sandoval cuando se enteró de que se quedaba con Zalacaín le dijo que Madrid le debía una por no dejar que se perdiera. Con este son ya 7 los restaurantes que tiene su grupo y solo tiene palabras de agradecimiento para Madrid porque le ha dado lo mejor que tiene, una mujer, dos hijos y 7 casas, como él llama a sus locales.