Vídeo: AGENCIAS/REDACCION | Foto:Telemadrid
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La delegada del Gobierno en Cantabria, Ainoa Quiñones, niega el 'chivatazo' a Miguel Ángel Revilla. El presidente cántabro reconoce que antes de que la Policía registrara la Consejería de Obras Públicas por presuntas irregularidades recibió la llamada de la delegada avisándole de lo que iba a pasar. La delegada asegura ahora que no fue así, que no avisó y que nunca ha desvelado información sobre operaciones policiales.

Tras la polémica desatada, Revilla ha defendido la actuación de la delegada del Gobierno y ha afirmado que cuando recibió la llamada de la delegada del Gobierno para informarle sobre la operación por supuestas irregularidades en contratos en el servicio de mantenimiento de carreteras de la Consejería de Obras Públicas, la policía ya había entrado en el edificio.

"¿Qué información privilegiada me va a dar si me dice que el edificio está rodeado de guardias?", se ha preguntado Revilla este lunes en su comparecencia en el Parlamento para informar sobre esta operación por la que está en prisión un funcionario como supuesto cabecilla de la trama y han sido detenidas otras siete personas.

La polémica por el supuesto "chivatazo" de Quiñones surge a raíz de que el pasado viernes Revilla dijera ante los medios que le llamó a las 7:20 horas. Sin embargo, la delegada ha aclarado esta mañana que telefoneó al presidente regional el día 22 de febrero a las 7:43 horas, cuando la Consejería ya estaba custodiada, para informarle de la operación y no para avisarle de la misma.

Todos los partidos de la oposición han pedido explicaciones a Revilla sobre la llamada y Ciudadanos ha presentado varias iniciativas en el Congreso, entre ellas la comparecencia de la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, y de la delegada del Gobierno para saber cómo se informó del registro en la ConsejeríaAdemás, la formación naranja ha denunciado esas declaraciones ante la Fiscalía.

El presidente ha opinado que "la delegada del Gobierno ha hecho lo que tenía que hacer" al informarle porque se iba a "allanar su casa" --una consejería del Gobierno de Cantabria-- y ha aclarado que ésta "no le advirtió", sino que "le comunicó" de lo que estaba ocurriendo y cree que "era su deber".