"Se veía venir", el testimonio de un amigo de los tres hermanos asesinados en Morata de Tajuña

“Se veía venir”, Enrique Velilla ha sido amigo de Amelia, Ángeles y Pepe durante años. Como todo el pueblo de Morata de Tajuña, se encuentra conmocionado por lo ocurrido. Nadie da crédito. Los cuerpos de los tres hermanos fueron encontrados este pasado jueves dentro de su casa, quemados y apilados, después de que los vecinos dieran la voz de alarma porque hacía mucho tiempo que no les veían.

El Ayuntamiento de Morata ha declarado tres días de luto oficial y se ha convocado un minuto de silencio para las 12:00 horas de este viernes. A la espera de las conclusiones de la autopsia que realiza el Instituto Anatómico Forense, la policía investiga una posible deuda con un prestamistas como posible móvil del múltiple asesinato. Presuntamente las hermanas habrían sido víctimas de una ‘estafa amorosa’ que consumió sus ahorros y les llevó a pedir dinero prestado. Una deuda que, después, no habrían podido pagar.

Enrique Velilla cuenta que las dos hermanas han sido víctimas de una ‘estafa amorosa’ durante “siete u ocho años”. Explica que entablaron relaciones por redes sociales con dos supuestos militares americanos destinados en Afganistán que les pedían dinero para poder salir de allí.

No querían ni escuchar la palabra estafa”

Las mujeres les enviaron todos sus ahorros, incluso vendieron un piso que tenían en Madrid para darles más dinero.“Ellas estaban enamoradas”, Enrique explica que las hermanas no hacían caso a los amigos que les advertían. “No querían ni escuchar la palabra estafa”, dice Enrique, “hasta los del banco les llamaron” alertados por el movimiento de dinero “y les dijeron que era una estafa”. Pero no hicieron caso y continuaron enviando dinero a unos supuestos ‘enamorados’ a los que nunca llegaron a ver, “sólo hablaban por Facebook y WhatsApp”.

“Ángeles era maestra, Amelia tenía estudios, no eran tontas, eran unas personas normales y corrientes, que les entró eso del amor y estaban enamoradísimas las dos, tenían un novio cada una”, explica Enrique. La estafa llegó a tal punto que las mujeres se convencieron que un supuesto WhatsApp que les habría enviado el presidente del gobierno, era realmente de Pedro Sánchez y no sospecharon del timo ni siquiera al ver las faltas de ortografía del mensaje. También estaban convencidas de que estaban en contacto real con Joe Biden, presidente de Estados Unidos.

“Cuando cobraban su pensión se quedaban con lo justo y los demás se lo mandaban”, cuenta Enrique, “les pasaron unos 400.000 euros en estos años”.

“Ángeles era maestra, Amelia tenía estudios, no eran tontas, eran unas personas normales y corrientes, que les entró eso del amor"

Cuando se les acabó el dinero, las mujeres pidieron prestado a familiares y amigos con la promesa de devolvérselo cuando cobraran una supuesta herencia de 7 millones que les habían prometido los estafadores. Todos se negaron y les advirtieron una y otra vez de que estaba siendo estafadas.

Supuestamente las mujeres acudieron a un prestamista para seguir enviando dinero a sus supuestos ‘enamorados’.

Hace unos meses se produjo un incidente violento que Enrique relaciona con el supuesto préstamo. "El año pasado en el verano aquí vino un señor paquistaní al que supuestamente habían alquilado una habitación, vino de la nada, nunca le habíamos visto, hubo una pelea y él acabó dándole un martillazo a una de las hermanas”, dice.

Los investigadores de la policía barajan la posibilidad de que los hermanos hayan sido asesinados por no poder pagar la deuda contraída con el prestamista.