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Susana lleva regentando el restaurante Egun-On, en la calle Zurrón, veinte años. Y en todo este tiempo no había sufrido, dice, algo así por culpa del desorbitado precio de la luz. Asegura que este año ha pagado 1.000 euros más que el anterior en luz. "De pagar en junio unos 900 euros, he pasado a pagar en julio 2.295 euros. Y eso no es todo. Yo he cerrado por vacaciones y por seis días me han cobrado 487 euros. ¡Esto es un robo".

Susana está desesperada

La situación para Susana es desesperada: no puede desenchufar ninguna de las máquinas que necesita para el trabajo. Está la máquina del café, la máquina registradora, las vitrinas para mantener los alimentos refrigerados... Todo suma. Y lo peor, dice, está por llegar: "Yo en invierno tengo que poner calefactores en las terrazas, y también en interior. Yo no sé cómo lo voy a hacer".

"He cerrado por vacaciones y por seis días me han cobrado 487 euros. Esto es un robo"

Susana comenta que de no haber tenido que pagar facturas de la luz tan altas, podría haber contratado a otra persona para atender el restaurante. Y ahora teme tener que reducir la plantilla: "Si continúa este incremento en la factura, a lo mejor tendría que prescindir de alguien".

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Susana pide ayudas económicas para los negocios que dependen de la luz, y que "el Gobierno de un golpe en la mesa y soluciones esto".