Vídeo: REDACCION | Foto:Telemadrid
(Actualizado

Un niño de 9 años ha sobrevivido solo en casa durante dos años. En Francia, los tribunales, acaban de condenar por abandono a su madre. El pequeño ha sido capaz de sobrevivir en un piso: sin calefacción, sin electricidad y alimentándose de las latas de conserva que robaba, de pasteles o tomates.

Ha ocurrido en un pueblecito francés de apenas 2.000 habitantes en Nersac. Sacaba tan buenas notas e iba tan aseado y tan limpio a clase que en la escuela tardaron meses en sospechar, en dudar.

Estaba siempre solo. Vivía como si no pasara nada. Todos destacan que llama la atención su madurez. Con el piso sin luz, lavándose a diario con agua fría, con dos o tres edredones viejos sobre su cama combatiendo el frío, con el frigorífico vacío.

El niño está, ahora, con una familia de acogida. Dicen que no quiere ni ver a su madre pero es tal su grado de madurez que nunca, jamás, ha hablado mal de ella.

El pequeño ha sobrevivido así dos años. Su madre le abandonó tras divorciarse. Los gendarmes se quedaron impresionados ya no solo al ver la situación en la que ha vivido este niño, sino también al descubrir que la madre se fue a sólo 5 kilómetros a vivir con su pareja. Le iba a visitar muy de vez en cuando llevándole algo de comida.

Los vecinos le ayudaron dándole comida, reprendieron a la madre que les dijo que se metieran en sus asuntos y pasó más de año y medio, hasta que uno de ellos denunció su situación.

El niño está, ahora, con una familia de acogida. Dicen que no quiere ni ver a su madre pero es tal su grado de madurez que nunca, jamás, ha hablado mal de ella.

Ahora tiene 11 años y ella acaba de ser juzgada en los tribunales, donde de poco le ha servido negarlo todo. Ha sido condenada a 18 años de cárcel por abandono. No tendrá derecho a visitarle y durante 6 meses tendrá que someterse a un tratamiento.