El reparto de comida a domicilio ha aumentado más de un 70% este año por la pandemia, pero el problema es lo que esta actividad trae consigo. Lo que para unos es una oportunidad de negocio, para otros se ha convertido en una auténtica pesadilla. Los vecinos del barrio de Tetuán denuncian que las más 20 cocinas industriales que se han instalado en la zona traen humos, ruido y un continuo trasiego de motos y furgonetas en la calle que les hacen la vida imposible.
Este el caso de una pequeña calle del barrio de Tetuán, la calle José Calvo, donde han instalado más de 20 cocinas industriales en los bajos de un edificio. Desde hace meses están soportando humos, olores, ruidos y el insoportable trasiego de motos y furgonetas de reparto. A esto hay que sumar la enorme cantidad de basura que generan este tipo de negocios.
Enfrentamientos y amenazas
“La gente no entiende lo que está pasando, solo sufren los ruidos, los humos, los conflictos con los repartidores, la actividad la hacen media en la cocina y la otra media en la calle, dejan los pedidos en la calle, las bolsas de comida y no creo que sea ni sano ni muy lógico”, dice uno de los vecinos a Buenos Días Madrid.
Denuncian otros vecinos que “las motos aquí paran e interrumpen el tráfico y luego el enfrentamiento que tienen con los vecinos y ya ha habido amenazas”
Lo cierto es que este el negocio de la comida a domicilio que no tiene ningún control se ha convertido en una pesadilla para los vecinos. En este barrio tranquilo han pasado de tener un almacén de papel a tener estas ‘cocinas fantasma’ con consecuencias nefastas para los vecinos.