Los vecinos de la calle Ponzano se quejan de que los ruidos de madrugada que producen la gran cantidad de bares que ocupan la calle: 72 bares en tan solo un kilómetro. Denuncian que son locales que abren de lunes a domingo y que ocasionan dificultades para aparcar y está suponiendo la expulsión de muchos pequeños comercios de la zona, ya que el precio de los alquileres se ha disparado.
Pilar Rodríguez, de la Asociación vecinal El Organillo, denuncia que "normalmente hay ruido hasta las 2.30 o 3.00 de la madrugada". Cuenta que a petición de las asociaciones de vecinos, el Ayuntamiento ha instalado medidores de ruido para que se aplique una protección acústica especial, "una petición que presentó el PSOE, pero que en el mes de marzo, el Partido Popular y Ahora Madrid paralizaron la medida", comenta la portavoz.
Lo ideal para estas asociaciones sería "adelantar a la 1.00 de la madrugada el cierre, aumentar las inspecciones y no permitir más locales de restauración o discotecas, que tendrían licencias de apertura hasta las 6 de la mañana".