El cauce del río Guadarrama, junto al poblado de Las Sabinas, sigue siendo un vertedero por culpa de los vertidos ilegales de escombros, basuras, electrodomésticos, restos de obra y todo tipo de objetos.
Los vertidos ilegales han convertido durante años los márgenes del río Guadarrama en un basurero descontrolado a su paso por localidades como Arroyomolinos, Batres, Móstoles, Navalcarnero y Villaviciosa de Odón. En pleno parque regional del curso medio del río Guadarrama la zona es un auténtico estercolero.
Otro problema añadido es que se han derribado chabolas en Las Sabinas y se han dejado los escombros en el lugar para evitar que vuelvan a levantarse. El paisaje es desolador.
Colchones, contenedores tirados, plásticos de todo tipo, vidrios, escombros, electrodomésticos, neumáticos, televisores, restos de obras, espumas, cartones … y hasta los restos de una furgoneta. A pesar de que en los últimos meses se han retirado toneladas de basura sigue habiendo más de lo mismo.
No sólo en los márgenes hay basura, ésta ocupa también el cauce del Guadarrama donde los patos nadan esquivando los restos que hay en el agua, algunos tan grandes como un frigorífico medio sumergido. Además, muchos residuos son contaminantes y se filtran al río.
En el poblado de Las Sabinas quedan algunas chabolas en pie todavía, aunque la mayoría están derruidas y hay escombros y restos por todas partes.
Las chabolas se derribaron para evitar nuevas ocupaciones. Se está procediendo poco a poco al realojo, que se va a llevar a cabo a lo largo del 2021.