Vivir de alquiler en Madrid... cuando la casa es una ruina

Alquilaron el piso hace poco más de un mes y en tan poco tiempo no han dejado de descubrir desperfectos y fallos en la instalación eléctrica que ponen en riesgo su seguridad.

Contrataron el alquiler a través de una inmobiliaria por 750 euros al mes. En la firma, la arrendadora confirmó que el piso se encontraba en condiciones óptimas de habitabilidad.

Un día ardió la vitrocerámica; otro saltaron los plomos y empezó a salir humo de la vitrocerámica. Enchufes que echan chispas, cables pelados, el grifo da corriente al lavar los platos...

Y por si esto fuera poco, tienen humedad en el baño, se están levantando los azulejos y han provocado goteras al vecino: el agua ya cae por la lámpara del cuarto de baño.

La hija de la propietaria asegura que todos estos problemas son casualidades porque sus padres han vivido 40 años en la casa y todo estaba perfecto.

La inmobiliaria les ha ofrecido marcharse, pero han pagado la fianza y están al corriente del alquiler. Denuncian que la vivienda tiene defectos ocultos que no salen hasta que se está haciendo vida en la casa.