La votación de la reforma laboral y las circunstancias en la que ha producido con la ruptura del bloque de investidura constatan la soledad en que ha quedado la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, incluso por parte de su partido Unidas Podemos.
Y todo ello debido a que la reforma laboral era el gran triunfo que la vicepresidenta podía presentar como aval de cara al proceso que emprendió para la creación de una plataforma de las izquierdas y su posible candidatura para liderar Podemos y ese futuro conglomerado, algo que levanta suspicacias dentro de su propio partido y, en especial, las de Pablo Iglesias.
En el debate de la reforma laboral Yolanda Díaz ha estado realmente sola en su escaño. El debate comenzaba por la mañana. Yolanda Díaz llegaba al Hemiciclo del Congreso acompañada por el presidente Pedro Sánchez, pero en el interior se la veía así, sola en la bancada del gobierno.
Ningún ministro de Podemos ha querido apoyarla, tampoco por la tarde. El Gobierno ha cambiado de socios para sacar adelante la reforma laboral y ha sido la primera vez que se ha roto el bloque de investidura.
De hecho, el ministro de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños ha sido el único integrante del Gobierno que al menos hasta las 12.20 horas ha acompañado a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, durante toda la defensa del decreto ley de la reforma laboral. La bancada azul, reservada a los miembros del Gobierno ha quedado prácticamente vacía durante buena parte de la mañana, con la sola presencia de Bolaños, de los 23 miembros que componen el Ejecutivo.
Tras reproches y acusaciones, la crisis puede llegar al parlamento catalán donde el apoyo de Podemos a Pere Aragonés peligra. La figura de Yolanda Díaz ha quedado tocada.
Díaz, lamentaba las "rivalidades políticas" y los "debates superficiales" que, a su juicio, han girado en torno al debate de la reforma laboral, "la norma más importante de la legislatura" que se somete a votación, pues cree que "si una norma contiene avances, hay que votar a favor". Y es que en su defensa del decreto ley en la Cámara Baja ha expresado su "preocupación" por no haber conseguido hablar del contenido de la reforma: "Frente a ultraactividad, prioridad de convenios o lucha contra la precariedad, yo he oído 'proyectos personales', 'humo', 'maquillaje', 'esto no cambia nada'...", ha relatado.
La reforma laboral ha salido adelante de casualidad y por un sólo voto, el del diputado del PP Alberto Casero que votó telemáticamente y dio el sí, asegura que por un error técnico. El PP denuncia que avisó a la presidenta de la Cámara Baja, pero la presidenta Meritxell Batet no dejó rectificar. El PP recurrirá a la Mesa del Congreso y al Tribunal Constitucional.