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Los bomberos del parque de El Escorial han vivido una curiosa y afortunada intervención en la localidad de Galapagar. Un gato se había metido dentro del capó de un turismo y por fortuna el conductor y los viandantes se dieron cuenta de ello, antes de que el vehículo se pusiera en marcha.

El caso es que el gato, que se había introducido en el motor, probablemente buscando el calor del mismo, no sabía cómo salir y maullaba de lo lindo.

Con delicadeza y mucho cuidado, los bomberos de la Comunidad de Madrid desmontaron una de las ruedas delanteras del vehículo y finalmente lograron sacar al animal, un pequeño gato del que ahora tratan de averiguar si tiene dueño.

Una rata obesa

Y hablando de rescate de gatos, los bomberos, sean de donde sean, también atienden a sus seculares enemigos, los ratones y ratas. Se da el caso de que hace poco en Alemania se produjo un rescate parecido pero nada menos que con una rata.

El animal había quedado atrapado en la rejilla de una tapa de alcantarilla en medio de la calle y estaba desesperado. La rata, todo hay que decirlo, estaba bastante obesa, por lo que no pudo pasar por el agujero de la tapa.

Los bomberos, usando ganchos especiales, la liberaron, entre los aplausos de los viandantes, y la rata volvió a su alcantarilla vivita y coleando; y se supone que muy agradecida.