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Los vecinos de la zona de Sol se quejan de que la prostitución callejera se está extendiendo por diversas calles del centro y las que ejercían en la zona de Montera se están marchando también a calles próximas. De hecho, la calle Carretas se ha convertido en un nuevo punto negro de la prostitución en el centro de Madrid.

La peatonalización de la zona y las obras de ampliación del metro de Gran Vía han hecho que las prostitutas se extiendan desde la plaza de Jacinto de Benavente hasta Carretas y a las zonas aledañas en busca de clientes.

Dependiendo de las horas del día, las mujeres que ejercen allí la prostitución son de diferentes edades y nacionalidades.