Una mujer desahuciada y sin trabajo vive en una furgoneta y pide ayuda: “Paso mucha soledad y mucho miedo”
No lo ha tenido fácil en la vida, tuvo cáncer logró vencerlo y siempre ha estado luchando. Hablamos de Julia a quien desahuciaron hace casi dos meses y desde entonces está viviendo en una furgoneta en la calle, en Alcobendas, acompañada de sus dos perros.
Julia trabajaba en servicios de limpieza, pero perdió el trabajo en marzo por la pandemia de coronavirus y dejó de pagar el alquiler hasta que fue desalojada a finales de octubre. Tiene 58 años, es viuda y con una hija de 27 años que está estudiando y viviendo en una habitación.
Soledad y miedo
Está sin trabajo y mantiene su lucha constante y diaria “echando curriculums y yendo a todas partes en busca de trabajo”, relata a Telemadrid. Tiene ahora un trabajo de tres horas, pero no le da para dejar de vivir en una pequeña furgoneta aparcada en la calle donde confiesa que por ello tiene hasta contracturas. “Se pasa mucha soledad y mucho miedo, pero bueno, se apaña una como puede”.
Durante un tiempo vivió en esta furgoneta con su hija que ahora por fortuna está estudiando un grado superior y vive en una habitación “pero la habitación se la van a dejar de pagar ya y dentro de nada estamos aquí las dos”.
Prescindir de los perros
Dice que por parte del Ayuntamiento de Alcobendas, “la asistenta social me dice que me paga dos meses de habitación, pero que yo tengo que empezar a cribar por animales, prescindir de sus dos perros, porque hay gente que diría, bueno lo importante eres tú y los perros fuera, pero yo no pertenezco a esa clase de personas, yo cuando los cogí me comprometí y cuando uno tiene un compromiso es hasta el final, si tu te comprometes llegas hasta el final y sino pues no te comprometas, no puedo dejarlos”.
Julia ha estado toda su vida trabajando en la limpieza y más que ayuda social lo que quiere es “un trabajo que me permita vivir con dignidad, ser autónoma, no tener que andar así, para mi esto no es un plato de gusto, tener que hacer esto es horroroso, tener que vivir así, tener que ir mendigando es horrible”.
"Es horrible ver que no importas a nadie"
"Y muchas veces -subraya- es como si cogieras un muro y te estrellases de cabeza contra él, es horrible ver como no significas nada, no importas a nadie”. Se emociona y señala que “yo no lloro porque sea débil, lloro porque estoy cansada de ser fuerte y en algún momento tienes que petar”.
Con todo, Julia no deja de mirar hacia adelante “por supuesto que sí, si el cáncer no se me llevó por delante es por esa fortaleza”. Dice que ha trabajado básicamente en el sector de la limpieza pero que “en otros tiempos he sido muy buena como secretaria, pero claro… Ahora me da igual el trabajo, de lo que sea, porque no se puede vivir si sabes que en cualquier momento te echan a la calle”
Julia cuenta su historia a Telemadrid para tener “mayor difusión, vuestra mano llega más lejos que la mía e igual tengo suerte y alguien me echa una mano”.
Desde el Ayuntamiento de Alcobendas dicen que conocen el caso de esta señora y aseguran que es usuaria de los servicios sociales municipales. No dan más detalles porque aseguran que por protección de datos no pueden facilitar más información al tratarse de un caso complicado.
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