Cómo detectar si un menor pertenece a una banda latina

Ciudad Lineal, Villaverde, Latina, Carabanchel o Vallecas, son barrios en donde es bastante común ver actuar a alguna banda latina. Enfrentadas entre ellas, luchan por conseguir la hegemonía en el barrio. El drama llega cuando muchos padres desconocen que sus hijos pertenecen a alguna de estas bandas. Como el caso del último menor fallecido, en Atocha. Pocas personas de sus entorno sospechaban que era simpatizante de los trinitarios.

El Inspector de policía Serafín Giraldo, experto en bandas violentas, ha explicado en el programa Buenos días Madrid cómo detectar si un adolescente está implicado en uno de estos grupos.

Las pintadas que utilizan, los símbolos, los gestos o la posesión de algún arma blanca, puede darnos algunas pistas.

Atención a la simbología

Carabanchel, Usera, Chamartín, Leganés, Tetuán, Alcalá de Henares... Las bandas latinas se extienden por un buen número de distritos madrileños, y también en otros municipios de la región. Tiene puntos concretos en donde sus miembros se citan para ir en busca de bandas rivales, como la boca del metro del Pozo del Tío Raimundo o la de Carpetana o Estrecho.

El problema es que muchos de los padres de estos menores no saben que sus hijos pertenecen a alguna de estas bandas, en donde entran a través de amistades o de las redes sociales.

Serafín Giraldo nos explica que hay que estar muy atentos a la simbología. Por ejemplo, a los trinitarios les caracteriza el color verde y el número siete. "Suelen usar ropa muy ancha y tienen una férrea estructura interna. Los chicos suelen ser muy jóvenes y sumisos". Es una simbología, no es que lo lleven manifiesto, pero los utiliza en determinados momentos.

Los Domenican Don't Play suelen usar los colores de la bandera dominicana. También son muy sumisos a la banda: "tienen un jefe y unos soldados. Suelen usar también ropa muy ancha".

Lo que puede hacer sospechar a los padres es que son muy altivos en casa y muy sumisos a los jefes de la banda.

El inspector de policía nos explica, sin embargo, que no todos pertenecen a las bandas. Algunos son allegados "porque no les queda más remedio". Cuando unos menores forman parte de un grupo, "no les queda más remedio que ser sumisos" y lo intentan ocultar en casa.