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La Policía Nacional ha detenido a tres hombres que traficaban con cocaína utilizando como puntos de venta un bar y una peluquería del Barrio del Pilar, donde los agentes incautaron droga y material para su manipulación.

Los tres detenidos, que son de nacionalidad dominicana, tienen 68, 31 y 27 años y uno de ellos, que tenía antecedentes, tras pasar a disposición judicial ingresó en prisión, según han informado a Efe fuentes policiales.

Precisamente, este hombre aprovechaba la especial distribución urbana del Barrio del Pilar, formada por plazas contiguas y zonas peatonales, para no ser detectado por la policía.

La investigación se inició en el mes de octubre por agentes del Grupo Operativo de Investigación Zonal (GOIZ) en colaboración con la comisaría del distrito de Fuencarral- El Pardo, tras detectarse un aumento de pases de droga y consumo en vía pública en las calles del barrio, según informa este martes la Policía Nacional.

Modus operandi

La investigación determinó que dos locales eran empleados como elemento esencial para llevar a cabo esta actividad. Uno de los ahora detenidos entraba y salía con rapidez del bar y de la peluquería, donde nunca requería ningún servicio de este establecimiento.

Posteriormente, contactaba con sus clientes en la calle para realizar la venta y se escabullía por las diferentes plazas y calles peatonales, en ocasiones a bordo de un patinete, para no ser detectado.

A finales de febrero, los policías realizaron registraron dos domicilios y los dos establecimientos donde localizaron alrededor de 170 gramos de cocaína.

Además, en el interior de un reloj colgado de la pared había dos bolsas escondidas que contenían parte de la sustancia y también incautaron básculas de precisión, útiles para su manipulación o corte y un arma blanca de grandes dimensiones.

Los agentes también intervinieron 510 euros en metálico. Parte de esta cantidad estaba en dos huchas con monedas de uno y dos euros procedentes del pago de algunos drogodependientes a la hora de comprar pequeñas cantidades.

Uno de los detenidos guardaba entre sus pertenencias objetos de joyería por valor superior a 2.000 euros que habían sido robadas a finales del año pasado.