Vídeo: REDACCIÓN | Foto:Telemadrid
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Los rebrotes de coronavirus entre universitarios han disparado en algunos casos la tasa de incidencia de la Covid en algunas comunidades, aunque no en la Comunidad de Madrid. Por ello las pintadas que han aparecido en la fachada del colegio mayor Galileo Galilei de Valencia reprochando la irresponsabilidad de algunos estudiantes por una fiesta clandestina celebrada en la azotea del centro queprovocó un brote con más de 160 contagios.

Pero al margen de posibles actitudes irresponsables los colegios mayores se han adaptado este curso a las nuevas circunstancias y han elaborado protocolos específicos para evitar contagios en sus instalaciones. El uso de las mascarillas es obligatorio en todas sus instalaciones, se han reducido aforos en el comedor y en el resto de zonas comunes y prácticamente todas las habitaciones son individuales.

El director del Colegio Mayor Francisco de Vitoria, José Carlos Villamuelas, cuenta a Telemadrid que han tomado todas las medidas posibles para evitar contagios. “Los chavales se lo están tomando en serio, la mayoría lo hace, aunque hay casos aislados, pero lo principal es concienciarlos”.

“Tenemos muchas medidas coordinadas con la Consejería de Sanidad de la Comunidad –añade- Y una de las cosas que estamos viendo es que es necesaria la actividad social y la procuramos".

Se nos señala mucho

Un alumno de este colegio mayor dice a Telemadrid que “a veces se nos señala mucho pero nos lo tomamos bastante en serio y creemos que la inmensa mayoría lo hace”.

Colegios mayores, ¿son seguros?

En los colegios mayores de Madrid, unos 40, en todo momento los alumnos y personal tienen que llevar la mascarilla puesta salvo en sus habitaciones y en el comedor en el que han reducido los aforos al igual que en el resto de zonas comunes como la sala de estudios y el oratorio.

Normas en los colegios de Madrid

En las habitaciones todas son individuales salvo 8 que están casi todas ocupadas o por primos o hermanos para que se mantenga la unidad familiar. Además, en la zona de habitaciones no se puede entrar porque allí solo entran los alumnos. En el comedor también se han intentado mantener los grupos de convivencia. Y en la sala de estudios están separados los puestos individuales por mamparas.

Las zonas comunes como los pasillos están marcados para saber por dónde hay que entrar y salir; tienen dispensadores de gel en todos los lugares para lavarse las manos y es obligatorio mantener 1,5 metros de distancia de seguridad. Además hay lugares específicos para tirar los guantes y las mascarillas. Han creado un espacio de aprendizaje de más de 600 metros cuadrados para el desdoblamiento de grupos y otra cafetería más para dividir a los alumnos. Un protocolo muy marcado para evitar contagios.