La nueva factura de la luz lleva a la pobreza energética a las familias que viven en un semisótano
Las primeras horas con la nueva factura de la luz confirman lo temido: se dispara su precio. En las horas de mayor consumo ha llegado a los 24 céntimos por kilowatio/hora, el más alto de la historia. Encender la luz en hora punta ha sido un 118% más caro que en las horas valle. La nueva facturación apenas ha incrementado el consumo nocturno.
Sótanos y semisótanos
Junio nos obliga a mirar con lupa la factura de luz y a vigilar las horas del consumo eléctrico. El problema es que no siempre hay opciones para cambiar los hábitos, porque hay viviendas en pisos bajos o interiores donde apenas entra un rayo de luz natural lo que obliga a sus moradores a tener encendida la luz prácticamente todo el día.
Es el caso de Merche y su familia que viven en un semisótano de la Calle José Calvo en Madrid y a quienes la nueva factura les preocupa mucho.
Obligada a usar electricidad
Merche vive con sus dos hijos en un semisótano, prácticamente sin ninguna luz natural y en su casa todo es eléctrico porque, dice, por ley no se puede tener ninguna instalación de gas en sótanos y semisótanos.
En su casa tienen casi todo el tiempo encendida la luz y tienen todo eléctrico, el calentador del agua, la cocina, la calefacción y todo lo demás por lo que no sabe qué va a poder hacer para que no le suba la factura de la luz. “Esto es como una cueva –dice a Buenos Días Madrid- tiene muros grandes, falta de luz natural y la gente tiene que tener calefacción en inverno también por las humedades”.
Sin luz natural
“Nosotros, gracias a que ponemos la calefacción poco porque nos ponemos sudaderas, si la pusiéramos como en una casa normal yo no sé lo que llegaríamos a pagar, lo menos 600 euros al mes”, señala Merche.
Está en el mercado regulado y dice que lo tiene que estudiar bien porque pueden contratar dos potencias, pero no sabe calcular si gastará más o menos: “hay que ser ingeniero para saberlo”. “Hay que estar todo el día con la luz encendida, si no, no ves nada”, dice uno de sus hijos.
La factura se dispara
Merche sólo tiene un par de ventanucos de ventilación por los que entra poca luz y encima no los puede abrir porque le entra la contaminación de la calle.
Para ventilar su casa Merche abre la puerta del patio interior, pero por ahí tampoco le entra mucha luz. Merche dice que no va a poner la lavadora a las 12 de la noche porque no se puede acostar a las 2 de la mañana ni va a hacer la comida de madrugada para el día siguiente.
No le queda más que procurar tener cuidado para no gastar mucho más poniéndola a las 9 de la noche, por ejemplo, e intentará tener cuidado como siempre lo ha hecho porque en su casa todo es eléctrico y las facturas superan los 220 euros cada dos meses.
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