Tienen que cumplir y trabajar día sí y día también, haga frío, calor, llueva o nieve. Los vendedores ambulantes no faltan a su cita en el mercadillo.
En España hay en torno a 3.500 mercadillos que se celebran cada semana y, detrás de ellos, 40.000 autónomos y sus familias viven de este oficio.
Las dificultades de los mercadillos
Más de 10 horas de media trabajan cada día, una vida dura, según nos cuentan a Telemadrid en el mercadillo de Alcorcón.
Los vendedores ambulantes viven en pésimas condiciones y cada vez les cuesta más salir adelante. Los trabajadores viven al día y es tan dura su realidad que no saben si van a poder comer de un día para otro.
Impuestos y competencia
Lo que ocurre es que en los últimos años se ha incrementado la práctica de la venta ilegal a precios muy bajos. Además, las grandes empresas se adueñan de las ventas y la demanda ambulante es cada vez inferior. “Es la mayor competencia que tenemos”, dice el frutero Daniel.
Por su parte, el vendedor de ropa dice que “la gente se va a centros comerciales” y cree que en pocos años “esto se acabará”, entre otras cosas porque pagan cada año más impuestos.
Se levantan de noche
Cuando hay mercado los fruteros se levantan a las 2.30 horas para ir a Mercamadrid y llegan a casa a las 16.30 horas o más.
El 42,37% de los autónomos cree que su negocio irá a peor y sólo uno de cada diez piensa que mejorará. Según los datos, el 82% de los autónomos tiene jornadas laborales de hasta diez horas y un 14% trabaja incluso aún más horas.