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La hípica espera salir del confinamiento cuanto antes. Es otro sector golpeado por el coronavirus. Llevan semanas entrenando, cuidando y alimentando a sus caballos pero no tienen clientes, ni ingresos. El estado de alarma les está llevando a la ruina porque a los animales hay que alimentarlos, cuidarlos y entrenarlos como siempre.

Los cuidadores están preocupados porque no saben en qué escala están para salir del confinamiento, si se les considera actividad deportiva o no, por ejemplo. “No sabemos en dónde nos agrupan –manifiesta a Telemadrid Curro, el gerente de la Hípica La Colina- estamos preocupados, tendrían que decirnos a qué norma nos atenemos, porque con tan sólo que un trabajador se pusiera enfermo tendríamos un gran problema”.

Trabajadores imprescindibles

Y este es otro de los problemas, que no pueden prescindir de los trabajadores porque sería igual que no cuidar de los caballos: “Los caballos no son balones y hay que seguir cuidándolos, no podemos prescindir de los trabajadores”, asegura Curro para quien el confinamiento está ya teniendo “un impacto en su salud”.

Asegura, además, que “estamos desbordados de trabajo, tenemos el mismo y más, porque sacamos a los caballos de los propietarios y los ingresos han disminuido, no tenemos clases, por ejemplo, y los animales siguen comiendo y los piensos cuestan lo mismo”. Y tampoco pueden contratar porque "aunque nos faltan manos no tenemos dinero para hacerlo".