Nueve años de insultos y amenazas de sus vecinos, así vive un matrimonio en el Paseo de Extremadura

Insultos, lanzamientos de huevos y frutas podridas e intentos de prender fuego a la vivienda. Es el día a día de Nina y Manuel, que viven amenazados por tres familias en su vivienda cercana al Paseo de Extremadura. Así, llevan nueve años, sin que las denuncias presentadas ante la Policía y los juzgados hayan hecho efecto.

Están desesperados y angustiados ante una situación que no tiene freno, como se pueden ver en la imágenes grabadas por ellos mismo, y que se produce en una urbanización de 52 viviendas situada en una calle paralela al Paseo de Extremadura. Denuncian que las amenazadas provienen de tres familias "agresivas y peligrosas" que viven de alquiler en unas viviendas de la EMVS. Viviendas, dicen, utilizadas como "narcopisos".

Nina en declaraciones a Buenos Días Madrid, describe la situación que sufren como "un infierno". "Son 24 horas soportando insultos. Me llaman puta, prostituta, guarra...de todo". Unos insultos que llegan a las amenazas, con el lanzamiento a las ventanas de su vivienda "de huevos, frutas podridas, balones y cartones prendidos en fuego", con el objetivo "de quemarnos la casa", dice.

Insultos y amenazadas de las que también es objeto Manuel, su marido, al que le humillan llamándole "viejo, inválido y cojo".

Ambos están desesperados. Sin saber a quien acudir, ya que la Policía les dice, tras las denuncias presentadas, que "no pueden hacer nada".

Buenos Días Madrid ha intentado hablar con una de las presuntas familias agresoras, que simplemente niegan ser ellos los causantes de las amenazas y que no conocen a Nina, ni de que se trata. Ellos dicen se dedican a la venta ambulante y nada tienen que ver con drogas. Poco después, su respuesta cambia. Ahora, ya conocen a Nina y tras amenazar con denunciarla, dicen que es ella la que lanzan lejía a los niños.

En las imágenes del vídeo que acompaña la información, en cambio, se puede como varios menores insultan y lanzan distintos objetos a las ventanas de la vivienda de Nina y su marido, cuyas persianas se encuentran rotas por los golpes.