Todos con mascarilla: los madrileños cumplen a rajatabla la obligatoriedad y defienden la norma

La mascarilla es obligatoria a partir de este jueves en toda la Comunidad de Madrid, incluso en las terrazas. Sólo no es obligatoria cuando se realizan actividades deportivas al aire libre y para menores de 6 años. Telemadrid ha salido a la calle para ver si los madrileños cumplen con esta obligatoriedad y no ha encontrado a nadie sin mascarilla.

A pie de calle, los ciudadanos defienden esta medida como la mejor prevención para contener el coronavirus y han adoptado la mascarilla en todo momento.

Las multas por incumplir la norma rondan los 100 euros.

Nadie sin mascarilla

Telemadrid pulsa la opinión en la calle y ha podido comprobar cómo hasta en los coches se cumple con la obligatoriedad decretada por la Comunidad de Madrid, como la de una pareja que dice que mejor prevenir en todos los espacios.

Tanto en los mercados como en las tiendas muchos comerciantes dicen que la llevan por civismo “desde el primer día”. Otros van vestidos perfectamente conjuntados con el color de su mascarilla, aunque los hombres dicen que no se han dado cuenta, y la mayoría dicen que “la obligatoriedad sí que me parece bien”. “Tendremos que ir conjuntados o si no quedaremos mal”, dicen con humor.

También la llevan los ciclistas aunque sea incómoda. “Siempre la protección por delante –dice uno de ellos- para protegerme yo y a la gente. La mascarilla molesta cuando se va en la bici pero se puede llevar”. Otra ciclista, también con mascarilla, no quiere salir, pero da las gracias. Y una tercera dice que usa mascarilla hecha con “tela legal”.

Algunos errores

Algunos, sin embargo, no tienen muy claro cómo tratarlas, como un señor que las lleva algo arrugadas en el bolsillo. Pero la mayoría sí lo sabe y defiende que “hay que ponérsela, yo ya lo hacía antes”.

Una madrileña que acude a un cajero automático dice que le parece bien la obligatoriedad “aunque lo han hecho tarde y han dado explicaciones muy despistadas”. Otra señora asegura que “sólo me la quito en casa” y otra “la llevo siempre”. Como dice una viandante, “a mí me sienta muy mal que yo la lleve y lo esté pasando mal, y otros no la lleven”.