Hello Kitty, Bobo Esponja y las estatuas vivientes de Sol se sienten acosadas por la policía. La nueva normativa les obliga a descubrirse la cara y denuncian que pese a que cumplen con esa obligación se sienten perseguidos.
Poco a poco están desapareciendo. Algunos aseguran que los agentes les han quitado su material de trabajo en más de una ocasión y que para recuperarlo deben pagar 150 euros.
Piden que les dejen trabajar, ellos no cobran por las fotografías, ya que el público realiza aportaciones voluntarias.
Muchas de las estatuas humanas se han ido a las ferias que hay ahora por la Comunidad para seguir ganándose la vida. Lo mismo pasa con los muñecos que trabajan en la Puerta del Sol, quienes señalan que los agentes pueden quitarles el traje si no tienen la cara descubierta.
Ambos piden una reunión con la alcaldesa de Madrid o con quien corresponde para que cambie su situación, ya que afirman que para ellos es su forma de ganarse la vida.