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Un grupo de okupas han aprovechado la Semana Santa para entrar en tres bloques de una urbanización de Arganda del Rey y los vecinos han organizado caceroladas para denunciar la okupación de las viviendas.

Entrevistados por Buenos Días Madrid los okupas dicen que no se van a marchar y frente a las caceroladas afirman que “se van a cansar porque no me voy a la calle con un menor”. Dentro de uno de los pisos okupados, Verónica, la okupa de esta vivienda y su hermana, también okupa de otro piso en ese bloque en otro portal, manifiestan a Buenos Días Madrid sobre las caceroladas que “son gente racista, porque las personas que ven que con tres menores estamos en la calle, eso es racismo”.

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Los vecinos de esta urbanización escriben a Buenos Días que de racismo cero. “Tengo 52 años –dice una vecina- llevo trabajando toda mi vida, he sufrido un cáncer, tengo un hijo y tengo que pagar una letra de 1.000 euros por un piso de alquiler. Racismo cero y que no echen cuento”. Sobre ello dice Verónica que “yo no digo que sea el racismo, yo solamente lo opino”.

Pagaron 700 euros por okupar la casa

Mientras, la hermana se queja de que los okupas que lo organizan no le dejan entrar en su casa okupada del otro portal porque no tiene llaves. “No me dejan entrar y yo quiero entrar a mi casa de okupa”.

Estas okupas vienen de San Sebastián de los Reyes, de otras casas que okuparon durante más de cuatro años y se están instalando en varios pisos. Se ríen respecto a las caceroladas que han organizado los vecinos y dicen que “somos humanos, todos somos iguales. Lo único claro, yo me metí en este piso por necesidad, yo tengo tres niños y me encontraba en la calle, me echaron de San Sebastián de los Reyes, de una casa okupada, y he pagado 700 euros por esta casa”.

Al preguntarle a quién le ha pagado, Verónica dice que “a un chico, yo no sé cómo se llama ni quien es”. Dice la hermana que ella ha hecho lo mismo “a mí me enseña la casa, me dice cuanto cuesta, yo se lo pago y entré por necesidad”.

Tiene ayuda pública de 1.000 euros

Estas okupas confirman que viven de las ayudas públicas y Verónica afirma que cobra 1.000 euros al mes, “y se me va en comida y comprar las cosas de los niños”. “La asistente social me dijo que yo me buscara un piso y que ellos me daban lo que hiciera falta, lo único que me falta es la nómina y por ser gitana no me lo van a dar, porque he estado preguntando en muchos números de teléfono para alquiler y no me dejaban”.

“Yo no me niego de pagar lo que haga falta –dice Verónica- porque tengo tres niños pequeños. Yo les digo a los vecinos que nos dejen en paz porque somos todos iguales, aunque somos gitanos y ellos son payos, somos todos gitanos y no pasa nada”.

Eran okupas en San Sebastián de los Reyes

Dice la hermana de Verónica que le dijo a una vecina que no le cerrara el portal y que le gritó “me tendría que decir que lo cerraba por esto o lo otro, pero no me grites”. Dice Verónica sobre el enfado de los vecinos que “lo comprendemos, pero si una persona necesita una casa que hay mucha pandemia en la calle, con tres menores yo no voy a estar debajo de un puente. Yo no quiero molestar a nadie, quiero vivir en esta casa si puede ser con un alquiler social y yo lo voy a pagar”.

El piso está nuevo, con todo impecable, y tiene terraza. Dice Verónica que en la casa okupada de San Sebastián nunca tuvo ningún problema, a mí me han querido mucho”. Sobre las caceroladas insiste que “se van a cansar porque yo no me voy a la calle con una niña de dos años”.