Ayer trece familias fueron desalojadas del número 143 de la calle Alcalá. La demolición del edificio contiguo ha provocado movimientos y grietas que han puesto en aviso a los vecinos, quienes tuvieron que abandonar sus viviendas en tan solo cinco minutos. Anoche fue la primera que pasaron fueran de sus casas y parece que podrán volver a lo largo del día de hoy.
Hemos hablado con Antonio Durán, gerente de la Tienda del Espía, que se encuentra pegada al edificio donde se está llevando la demolición. “Dentro de mi tienda estaban apareciendo grietas, nosotros tenemos toda la tienda llena de paneles por lo que no se veían hasta que se cayó uno de ellos. En ese momento pudimos ver que la pared estaba agrietada. En ese momento llegaron los bomberos y nos desalojaron”. Nos explica.
De hecho Antonio ha alojado en su casa a tres miembros de una familia. Según parece hoy podrán ir volviendo a sus casas ya que los técnicos consideran que no hay peligro.
