Familiares, residentes y trabajadores de una residencia de ancianos en Usera denuncian la falta de mantenimiento y deficiencias del edificio, que origina continuos problemas. El último ha sido la rotura de unas tuberías que según dicen, les han dejado varios días sin calefacción y agua caliente. Algo que la dirección del centro, de titularidad pública pero gestionada por un fondo de inversión, niega tajantemente aunque los usuarios aseguran que las incidencias son constantes.
Andrés, familiar de una usuaria del centro indica indignado que llevan muchos años denunciando estas irregularidades. "Ha llegado el colmo con la rotura de las tuberías. Tienen tres ascensores y solo funciona uno, llevan así tres meses. Cada dos por tres cambian de médicos, no se da la medicación a su debido tiempo, no se limpia, falta personal y no da tiempo a hacer su trabajo", señala.
"Quieren ahorrarse dinero"
Flor forma parte del comité de la empresa, y subraya que la falta de personal es un problema que arrastran desde hace mucho tiempo. "Esta empresa quiere ahorrarse dinero y lo hace recortando presupuesto, no se da una buena calidad de servicio. Es una residencia de titularidad pública que la gestiona una empresa privada. Este tipo de empresas a lo que se dedican es a sacar el máximo rendimiento y eso lo pagan los abuelos porque no se merecen esta calidad de vida", reconoce la empleada.
Asegura también que ha presentado muchas denuncias por "falta de personal, calefacción, sobrecarga de trabajo", e incluso han llegado a tener resoluciones de inspectores pero nunca han hecho caso a este centro de la calle Cristo de la Victoria.
Denuncias a la Comunidad
Beatriz es una residente del centro y confiesa que "van a peor". "Las gestiones privadas son lo que son pero esta... voy a ser un poco peor y digo que es un fondo buitre", declara la usuaria, quien indica que ha denunciado con fotos a la Comunidad de Madrid pero no ha funcionado.
"Las medicinas que dan las auxiliares se caen al suelo, la calefacción no funciona. Lo más sangrante de esto es que llevan 16 años con la misma y está obsoleta. Como no se quieren gastar un euro van parcheando. En verano nos morimos de frío y en invierno no funciona. Los trabajadores están explotados y no denuncian nada", concluye.