Los vecinos de San Fermín, en Usera, denuncian el olor a gas y los ruidos de una gran subestación de Gas Natural que está en el Camino de Perales, cerca del Tanatorio de la M-30 y al lado de un huerto urbano y una zona de paseo.
Están preocupados porque el olor no cesa pese a que los bomberos y el personal de la empresa de gas estuvieron el pasado viernes revisando la instalación.
Apesta a gas
Los vecinos tienen muy cerca esta subestación instalada en 2015 y aseguran a Buenos Días Madrid que el ruido se ha incrementado mucho desde diciembre del año pasado y ahora lo peor es que huele a gas.
“Este viernes pasado –relata una representante de la Asociación de Vecinos- una vecina estuvo paseando por aquí y dijo que apestaba a gas incluso al aire libre A partir de ahí a las 5 y media de la tarde, seguía oliendo y llamé al 112 y a los bomberos que vivieron y dijeron que había que ponerse en contacto con Gas Natural y que ellos se ocupaban y hasta ahora”.
“Hemos puesto también denuncias a Medio Ambiente del Ayuntamiento por el ruido, vivieron hicieron mediciones y dijeron que se sobrepasaban los límites, pero a la Asociación de Vecinos no nos comunican nada. Somos muchos ya quienes hemos puesto las denuncias pidiendo por favor que hagan algo y a día de hoy estamos igual”, lamentan.
Miedo a un “petardazo”
Aseguran que tienen miedo “porque hay gas hasta abajo en el suelo, y esto puede pegar un petardazo y salir volando todos cualquier día”. “La empresa no nos dice nada –señalan- hemos dado aviso, ha venido un equipo, pero ni ha entrado, ha estado sentados en el coche y luego se han ido, haciendo el paripé”.
Afirman que “no hacen mediciones que nosotros sepamos, nadie las ha hecho salvo Medio Ambiente del Ayuntamiento por el ruido que, por cierto, tampoco las tenemos, no nos comunican nada”.
Sobre el ruido dicen que desde hace tres meses es insoportable. Añaden que los operarios les han contado que la subestación no había estado funcionando plenamente hasta hace tres meses y que el ruido que se oye es el gas pasando por las tuberías. Un vecino dice que “es como si estuvieras en el aeropuerto todo el día”. Otra vecina dice que no puede ni estudiar. Y todos reclaman “soluciones ya”.