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Inseguridad e insalubridad es lo que viven unos vecinos de San Blas por culpa de unos 'okupas' que les amargan la vida diariamente con su trapicheo de droga y su comportamiento violento y sucio. Son los que 'okupan' un bajo desde las pasadas Navidades para vender droga.

Carlos, el actual propietario, compró este local para convertirlo en vivienda, pero antes de empezar las obras se metieron unos 'okupas', según denuncian los vecinos que aseguran que ahora es un narcolocal con servicio a domicilio.

Narcotraficantes violentos

Los propietarios dicen que compraron el local, que era una antigua carnicería, para convertirlo en vivienda pero que cuando comenzaron las obras los 'okupas' se instalaron allí.

Los vecinos, por su parte denuncian que se trafica con droga y que los 'okupas' son extremadamente “peligrosos y violentos”. Ahora es un narcolocal hasta con servicio a domicilio, porque cuentan a Telemadrid que hasta utilizan un patinete para el reparto.

Y les tienen que pagar la luz

María y Carlos, los propietarios compraron el local en noviembre del año pasado, empezaron las obras y se fueron de vacaciones en diciembre, momento que aprovecharon los 'okupas' para apoderarse del local. Desde entonces “estamos pagando la luz todos los meses, 260 euros, lo estamos pasando muy mal”.

Estos 'okupas' han deteriorado la zona que llenan de basura y de excrementos, ya que hacen sus necesidades en cubos y las arrojan a las ventanas de los bajos. Los vecinos, además de los propietarios, tienen una denuncia puesta, pero hasta el momento no ha surtido efecto.

Defecan en la calle

Los vecinos explican a Telemadrid que “orinan debajo de mi ventana” y llenan la calle de ‘aguas fecales’. “Hay peleas continuas – dice una vecina- y una vez llame a la Policía porque se estaban pegando, vino pero no pasó nada, se ve que tienen más derechos que nosotros”. Los vecinos sospechan que tienen relación con otros 'okupas' narcotraficantes de la zona de San Blas.

“Hay peleas continuas, una vez llame a la Policía porque se estaban pegando, vino, pero no pasó nada, se ve que tienen más derechos que nosotros”

Las cámaras de Telemadrid han comprobado cómo entra y sale gente de continuo y al acercarse para obtener el testimonio de los ocupas se han mostrado agresivos y han dicho “que aquí no se venden drogas”, pero sin dar la cara. Tienen una puerta con una mirilla.