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Hay un experimento sobre cómo se puede transmitir el Covid por el aire ya que al respirar exhalamos CO2. Y, por ejemplo, si el coche es compartido y no hay ventilación, en sólo 10 minutos el 8% del aire que respiramos ya estaría infectado. En una casa, un bar o un aula funciona básicamente igual.

El profesor Luis Quevedo presenta un medidor de CO2 y su funcionamiento. Sin ser muy sofisticado vale unos 100 a 150 euros. Unos 600 es aceptable para la calidad del aire. “El medidor sirve para saber si hemos renovado adecuadamente el aire”, explica Quevedo a Buenos Días Madrid.

Investigadores del CSIC aconsejan "sobreventilar" y proponen medidores de CO2 en el interior de los locales

Quevedo muestra con unos vasos de leche y otro de café con leche que representa el aire viciado cuanto se necesita para que el aire se renueve. Vertiendo los vasos de leche en el de café con leche se necesitan al menos seis para que desaparezca el color del café con leche.

“Por eso –dice Quevedo- los científicos del CSIC siempre nos dicen que tenemos que renovar el aire de una estancia al menos 5 o 6 volúmenes enteros por cada hora para asegurar que no estamos respirando aire viciado”.

Ventilación cruzada

Explica Quevedo la curva del aire y la influencia de la ventilación en el habitáculo de un coche, según los gráficos publicados por el diario El País y donde se ve que el riesgo de contagio llega al 70% con compartir la cabina de un coche. Recomienda la “ventilación cruzada, es decir abrir al menos dos ventanillas, una delantera y otra trasera”.

Esta ventilación cruzada, que recomiendan los científicos del CSIC, es muy importante en las aulas. Señala también que en un bar donde se rebase el aforo máximo y con los equipos de renovación funcionando “entramos en riesgo porque es imposible renovar el aire si no es con las ventanas abiertas”.

El profesor Quevedo señala también que la medición que ha tenido la oportunidad de realizar por ejemplo en el AVE ha sido “alta, pero buena”.