La vacuna de Oxford se frena, pero “no va a interferir en la marcha de las vacunas”

La farmacéutica sueco-británica AstraZeneca (Moderna) suspende temporalmente los ensayos de la vacuna de Oxford debido a que uno de los voluntarios ha sufrido una enfermedad inesperada. Esta vacuna se encontraba en Fase 3, lo que significa que está siendo testada en miles de personas de varios continentes. En el mundo ya hay unas 30 vacunas experimentales contra el Covid-19 en la etapa de ensayos clínicos.

El virólogo Juan José Badiola asegura en Telemadrid que este inconveniente no tiene por qué ser una mala noticia. “En un ensayo con más de 30.000 personas como el que se está realizando, es esperable un caso, cabía pensarlo, pero no va interferir en la marcha de estas vacunas”.

“Dado el interés y la premura para disponer de vacunas es lógico que se den algunos casos secundarios"

Señala Badiola que "es lógico que se den algunos casos de efectos secundarios. Pero no va a haber una vacuna, sino varias: hay 170 proyectos y es natural que si alguna empresa de las que están en la carrera de la vacuna tiene un problema lo detecte y lo diga”.

“Yo creo que en la lucha contra la enfermedad del coronavirus hay que tener calma y paciencia, de la noche a la mañana no es posible tener los resultados de las vacunas”, señala Badiola.

Hacinamiento letal

Sobre el aumento de contagios en algunas zonas como, por ejemplo, en el barrio madrileño de Vallecas, Badiola apunta que “lo que hay que estudiar es por qué ocurre una mayor incidencia en determinadas zonas. Vallecas es una zona de Madrid con una situación socioeconómica humilde, y parece claro que una de las causas del aumento de los casos puede ser el hacinamiento. En estas zonas el hacinamiento es letal”.

Señala Badiola que esto ocurre también “en otros lugares como en Aragón, pero el problema que tiene Madrid es que hay mucha densidad de población en un territorio pequeño”.

“Hay gente que no es consciente del problema y hay que hacer mucha pedagogía para que lo entiendan”

A juicio de este virólogo “hay gente que no es consciente del problema y hay que hacer mucha pedagogía para que lo entiendan”.

Un estudio dice que los baños públicos son peligrosos y que en casa hay que comprobar que los desagües no pierdan agua y bajar la tapa del baño antes de tirar la cadena porque se pueden expandir las partículas por las cañerías.

“En ese estudio parece ser que las tuberías no tenían agua, sino aire –dice Badiola- Ahora preocupan las gotas menores que están en el aire, por eso hay que ventilar bien. Hay que extremar la limpieza, en casas y ascensores, y las medidas en los baños me parecen muy adecuadas”.