Un rincón de Japón en la Calle Mayor de Puebla de la Sierra

Uno de los detalles más curiosos de este pequeño pueblo es la presencia de un Museo Japonés. Esta peculiar relación cultural se originó gracias al artista local Federico Eguía, quien, durante una de sus exposiciones en Madrid, estableció contacto con la Asociación Cultural, Galería de Arte y Editorial de Osaka, Japón, a través del galerista Alfonso González Calero.

Como resultado de este encuentro, se firmó un convenio de colaboración mediante el cual la asociación japonesa dona obras al museo cada año, consolidando así este singular hermanamiento entre Puebla de la Sierra y Japón.

A pesar de los más de 10.000 kilómetros que separan a ambos países, las influencias japonesas están presentes en la vida cotidiana de muchas personas, incluso sin saberlo.

Palabras como sushi, tofu, bonsái, karate o judo forman parte de nuestro vocabulario, al igual que el popular sudoku o la lectura de mangas. Incluso si no hablamos japonés, el uso de emojis en nuestras conversaciones también refleja cómo esta cultura ha dejado su huella en el día a día.

Este vínculo entre Puebla de la Sierra y Japón, aunque inesperado, es un claro ejemplo de cómo el arte y la cultura pueden conectar lugares y personas, sin importar las distancias.