De la ficha al archivo digital: así es el proceso de conservación en la Biblioteca Nacional
Fundada oficialmente en 1712
Ubicada en Madrid, la Biblioteca Nacional de España es mucho más que un lugar para consultar libros; es un espacio monumental dedicado a la preservación y difusión de la memoria cultural del país.
Fundada oficialmente en 1712, el edificio que la alberga hoy comenzó su construcción bajo el reinado de Isabel II en 1866.
La misión de la Biblioteca Nacional es ambiciosa y esencial: conservar una copia de todo lo que se publica en España, desde libros y revistas hasta mapas, fotografías y documentos audiovisuales.
Esto es posible gracias al sistema de Depósito Legal, que obliga a que una copia de cada obra publicada en el país se envíe a la biblioteca para su conservación.
Actualmente, cuenta con una colección que abarca unos 35 millones y medio de objetos, desde libros y manuscritos hasta rollos de película y fotografías.
En el Salón Italiano, los visitantes pueden observar una muestra representativa de los tipos de documentos que se conservan, demostrando que el acervo de la Biblioteca Nacional no se limita a los libros.
Aunque los libros son una parte importante de su colección, representan aproximadamente la mitad del total. El resto de los documentos incluye desde periódicos y revistas hasta afiches publicitarios antiguos, partituras, mapas y hasta películas.
La Biblioteca Nacional ha evolucionado en sus métodos de preservación y consulta. Hoy, la institución dispone de laboratorios de digitalización que emplean equipos especializados, como escáneres de barrido de alta precisión, capaces de digitalizar ejemplares de gran tamaño y antigüedad sin dañarlos.
Estos procesos permiten que los documentos históricos sean accesibles en formato digital, preservándolos del desgaste físico y haciéndolos accesibles a un público global.
La colección incluye objetos inusuales, como folletos publicitarios de épocas pasadas. Por ejemplo, entre los archivos se puede encontrar la publicidad de una librería de Ceuta o de un tostadero de café, piezas que ilustran la vida cotidiana y el comercio de épocas pasadas.
En el ámbito de las artes escénicas, se conservan decorados de teatro en papel, que al ser iluminados en su conjunto recrean los escenarios y telones de fondo de las representaciones de época.
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