Cómo funciona Madrid: la muerte

Todos pasamos, inevitablemente, por esta situación: la muerte. Hombres, mujeres e incluso animales. ¿Cómo es la muerte en Madrid?

En la capital encontramos el cementerio más grande de Europa: la Almudena. Este camposanto surge en 1894 y tiene más personas fallecidas que vivas en Madrid: 5 millones de personas descansan en 120 hectáreas.

“Cuando Fausto levante la trompeta y la toque será el fin del mundo”

A través de sus tumbas podemos conocer la historia de Madrid. Algunas de las más importantes disponen de un código QR donde se puede saber más sobre la persona enterrada.

Ramón y Cajal, Enrique Tierno Galván o Lola Flores son algunas de las personalidades que aquí se encuentran. Sin embargo, el primer fallecido aquí enterrado fue Pedro Regalado,un niño.

En este camposanto dispone de un cementerio judio además del católico y civil. En este espacio predominan los árboles aromáticos ya que sus raíces crecen hacía abajo.

Incineración

Aquellos que no desean ser enterrados, deciden ser incinerados. Actualmente, casi la mitad de los fallecidos han decidido previamente esta opción, una técnica que va en aumento.

Pero, ¿qué podemos hacer con estos restos? En Carabaña se sitúa un taller de joyas único. Aquí, su diseñadora y propietaria realiza joyas con estas cenizas.

El objetivo es disponer de algo físico a lo que aferrarse cuando perdemos a un familiar.

Ciencia y muerte

Son muchos los estudios en medicina que mejoran nuestro día a día. El nivel de investigación con la muerte es tal que, gracias a la conservación de órganos, reproducciones de animales, en un futuro podremos vivir más y mejor.

Por el momento, el Doctor Manuel Sans Segarra, médico y experto cirujano en experiencias cercanas a la muerte nos cuenta que en los últimos años ha recopilado testimonios muy relevantes.

Pacientes, clínicamente muertos han podido sobrevivir y contar lo que sentían mientras en este proceso. Un patrón, que el doctor asegura que se repite.

Eternos

Al igual que los humanos, los animales también nos dejan. Nos encantaría que fueran eternos o que vivieran los mismos años que sus dueños pero, por el momento, no es posible.

Para que estos también tengan un lugar en el que descansar en paz y sus dueños puedan rendirles un homenaje, en Madrid se encuentra el primer cementerio para mascotas: ‘El último Parque’.