Una Constitución con siete padres, pero ninguna madre

La Constitución de 1978 nació con siete padres pero sin ninguna madre. Los años de la Transición todavía arrastraban la costumbre de una sociedad machista que se reflejaba tanto fuera como dentro de las instituciones.

Las leyes de la época sometían a la mujer a la voluntad de sus maridos. Una mujer no podía abrir una cuenta corriente o denunciar ante la justicia sin el permiso de su marido.

En los casos de violencia de género, si una mujer huía ante unos malos tratos podía ser denunciada por abandono del hogar.