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Uno de los setenta habitantes de Quintanilla Sobresierra (Burgos), Juan Carlos, trabajó en la empresa armamentística EXPAL. Nos explica cómo la compañía compró los terrenos hace cuarenta años "por muy poco dinero" e "hizo las calles" del pueblo. También nos cuenta por qué cree que los trabajadores de la empresa no han querido hablar con Henry Molano; y nos enseña su casa, donde conserva granadas y municiones de cuando era militar.