Con pocos medios y muchas ganas, en 1989 Telemadrid se fue colando en las casas de los madrileños. El principal objetivo era contar el día a día de la ciudad, y para ello se contó con los mejores profesionales. Una televisión en la que se han vivido momentos históricos. Con Teresa Castanedo, los reyes entraban en directo en el plató de informativos saludando a los presentadores.
En otras ocasiones se producían situaciones algo más tensas, Camilo José Cela abandonaba un plató de televisión en directo antes de finalizar la entrevista.
Una televisión que nació con estrella, y que 30 años después sigue conservando su esencia.