Es todo un galán de Hollywood: polifacético, carismático y con una gran simpatía. Aunque los premios no le quepan en las vitrinas, Antonio Banderas derrocha humildad en cada una de sus palabras.
Capaz de encontrar el lado positivo hasta de la peor experiencia. Tras su infarto, Banderas se lanzó a hacer realidad el sueño de toda su vida: abrir su propio teatro en Málaga. “Creo que somos también nuestros sueños”, resalta.
Su nombre parte como favorito en las quinielas de los Oscar por su papel en ‘Dolor y Gloria’, y, por lo que parece, podría ser el año soñado de nuestro actor más internacional.