El Atlético de Madrid selló su billete a los octavos de final de la Liga de Campeones con una victoria por 2-0 ante el Mónaco en el estadio Wanda Metropolitano, un regreso al grupo de los dieciséis mejores equipos europeos tras la ausencia del curso pasado, basado en su fortaleza como local.
En una edición de la Champions que tiene como última estación el estadio rojiblanco, la gran final del Wanda Metropolitano del 1 de junio, y tras el batacazo que supuso la eliminación en la fase de grupos el curso pasado -enmendada con el título de la Liga Europa- el Atlético solucionó su pase por la vía rápida: 12 puntos de 15.
Depende de sí mismo para ser primero
De ellos, tres victorias en casa (3-1 al Brujas, 2-0 al Borussia Dortmund y 2-0 al Mónaco) y el triunfo en el Louis II monegasco por 1-2 fueron la vía para acceder a las eliminatorias, con la recuperación del contundente 4-0 recibido el Dortmund incluida, y la posibilidad de ser primero de grupo tras el tropiezo del conjunto alemán en su casa, donde empató 0-0 ante el Brujas.
El Atlético depende de sí mismo para terminar esta fase en la primera posición del Grupo A, algo que logrará si gana en Brujas el 11 de diciembre en la última jornada ante un conjunto belga que no se juega nada, ya que tiene el billete a la Liga Europa como tercero ya asegurado.
Así, el conjunto rojiblanco logra su quinta clasificación a octavos de final de seis ediciones disputadas con el entrenador argentino Diego Pablo Simeone en el banquillo: dos finales (2014 y 2016), una semifinal (2017) y unos cuartos (2015) han sido su balance en la fase eliminatoria.